viernes, 4 de noviembre de 2022

Poema de la discordia - Rafael Alberti


Déjame esta madrugada
lavar tu llanto en mi pena,
Virgen de la Macarena,
llamándote camarada.

Flor del vergel sevillano,
sangre de tu santa tierra,
de la paz, no de la guerra,
jamás de Queipo de Llano.

Que tú no eres generala,
abogada del terror,
sino madre del amor,
lumbre que todo lo iguala.

Camarada, compañera,
de obreros y campesinos,
nunca de los asesinos
del pueblo que te venera.

Tú la representación
pura de la luz serena,
Virgen de la Macarena,
no de la provocación.
Muchacha de Andalucía,
la más clamorosa alhaja
de la sola cofradía,
de la gente que trabaja.

Poema a la Virgen de la Esperanza Macarena de Rafael Alberti, leído durante el I Congreso Regional de Andalucía del PCE, los días 24, 25, y 26 de Marzo de 1978 (que coincidió con la Semana Santa de aquel año), conocido como el "poema de la discordia".

jueves, 3 de noviembre de 2022

INTERTEXTUALIDADES - ANA LUISA AMARAL

 INTERTEXTUALIDADES

 

Microscópica, casi,

una migaja entre las hojas de un libro

que ando leyendo.

 

Me prestaron el libro,

pero no la migaja.

 

En el misterio más esencial,

ella surgió con recato

en medio de dos párrafos solemnes.

Me perturbó el pensamiento,

quebró el hilo (ya tenue) de la lectura.

Seductora, intrigante.

 

Me hizo pensar en niveles para leer:

el tema del libro

y la migaja-tema del lector.

 

(era pan la materia consumida en medio

de dos párrafos y los ojos

consumidos: pasar la página, dos líneas leídas

la intriga del tiempo cuando era

y se levantó a preparar el pan

volviendo a otras líneas)

 

Me quedé con la migaja,

desconocida ofrenda del lector,

mas por juego o consumo

le dejé una migaja mía,

no marca de agua, mas de pan también:

 

un tema posterior para descifrar luego,

en posterior lectura

ajena

 

De Entre otras noches. Traducción: Lauren Mendinuetta, 2013

Nubes - Gerardo Diego


Nubes

pastor de bulevares

desataba los bancos
y sentado en la orilla corriente del paseo
dejaba divagar mis corderos escolares

Todo había cesado
Mi cuademo
                       única fronda del invierno
y el quiosco bien anclado entre la espuma

Yo pensaba en los lechos sin rumbo siempre frescos
para fumar mis versos y contar las estrellas

Yo pensaba en mis nubes
                                             olas tibias del cielo
que buscan domicilio sin abatir el vuelo

Yo pensaba en los pliegues de las mañanas bellas
planchadas al revés que mi pañuelo

Pero para volar
es menester que el sol pendule
y que gire en la mano nuestra esfera armilar

Todo es distinto ya

Mi corazón bailando equivoca a la estrella
y es tal la fiebre y la electricidad
que alumbra incandescente la botella

Ni la torre silvestre
distribuye los vientos girando lentamente
ni mis manos ordeñan las horas recipientes

Hay que esperar el desfile
de las borrascas y las profecías
Hay que esperar que nazca de la luna
el pájaro mesías

Todo tiene que llegar

El oleaje del cine es igual que el del mar
Los días lejanos cruzan por la pantalla
Banderas nunca vistas perfuman el espacio
y el teléfono trae ecos de batalla

Las olas dan la vuelta al mundo
Ya no hay exploradores del polo y del estrecho
y de una enfermedad desconocida
se mueren los turistas
la guía sobre el pecho

Las olas dan la vuelta al mundo

Yo me iría con ellas

Ellas todo lo han visto
No retornan jamás ni vuelven la cabeza
almohadas desahuciadas y sandalias de Cristo

Dejadme recostado eternamente

Yo fumaré mis versos y llevaré mis nubes
por todos los caminos de la tierra y del cielo
Y cuando vuelva el sol en su caballo blanco
mi lecho equilibrado alzaré al cielo.
Gerardo Diego