Dignidad y principios. El hambre en España por el The New York Times

Hace días, la fotografía de un hombre buscando ¿comida? en un contenedor de basura en una calle de Gerona fue publicada en portada del The New York Times y colgadas en su web, bajo el título “España, austeridad y hambre”, con otras fotos similares del fotógrafo Samuel Aranda.

En el interior y en un artículo de la corresponsal para Europa Suzanne Daley bajo el título “España recula mientras sus hambrientos buscan la próxima comida entre la basura”, describe la pobreza creciente y se recrea en la polémica de los cubos de basura. Carnaza. Uno mas de los “bajos golpes” utilizados intencionadamente contra la imagen de España desde este periódico,  el más famoso del mundo y mayor influencia.

Pero al publicar las fotografías con la cara más amarga, pero no la única realidad de nuestro país, junto con el desequilibrado articulo, deliberadamente ocultan los beneficios de nuestro país, por ejemplo, la sanidad pública que disfrutamos y que EEUU carece.

En el articulo, la periodista que describe las dificultades por las que atravesamos, debiera compararlas con las propias de su país rico y poderosos, es decir, con las  de miseria y recogidas de basura que todos podemos ver cuando visitamos, incluso, la ciudad de Nueva York sin alejarnos de la Gran Manzana, por no hablar de zonas como el condado del Bronx y otros lugares.

El periódico, deliberadamente oculta que la situación por la que atravesamos muchos ciudadanos, es la consecuencia de la crisis venida desde el propio EEUU provocada por la quiebra de la banca estadunidense, las hipotecas basuras, la especulación financiera alejada de la economía productiva, etc., e interesados únicamente en hacer mas ricos a los ya inmensamente ricos, mas pobres a la clase media, mas míseros a los menos favorecidos e invisibles a los necesitados.

Esta es la “justicia” que muestra el periódico The New York Times y yo le propongo, que para ampliar datos a sus lectores, muestre las toneladas de comida que tiran todos los días los ricos españoles, esos que ellos esconden y enriquecen, los especuladores que acogotan la economía, la sociedad, la naturaleza, la vida…

El The New York Times ha mostrado impunemente la imagen del ciudadano vulnerable que no puede defenderse, la del débil. Es de esperar que aplicando la deontología periodística, este periódico muestre en otro reportaje y cuelgue en sus web fotos que recojan la vida de opulencia de los ricos y en un articulo expliquen la desvergüenza de los que, tirando toneladas de comida diaria, niegan el agua y el pan a los ciudadanos que nada hicieron para soportar la pobreza provocada por los citados. Ciudadanos humilde y pobres, pero con dignidad y principios.