“Nos aficionamos a
gente que se debe morir y a cosas que se van a quedar. Yo no quedaré, pero
cuando yo no recuerde, recordad vosotros (...) Recordad que mi mano derecha se
abrió siempre. Recordad que no era fácil el diálogo ni la paciencia y que todo
se venció hasta los límites y más allá. Cuando penséis en mis pecados, tenéis
que sentir la misma piedad que yo por los vuestros. Cuando yo todo lo olvide y
cante como mi abuela con la última luz de la memoria, perdonadme vosotros, los
que os agarrasteis a mi vestido con vuestras manitas tan
pequeñas"
María Teresa León “De su libro de
memorias”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.