Quién me vuelva a ver,
sea en el mismo lugar
desde donde puso rumbo mi velero,
o en la diáspora,
allende no tuviste la osadía
de ir conmigo,
que me abrace cual amapola
se abraza al dorado pecho,
por si no pertenezco a ninguna parte.
Si me amas o sentiste algo
que no se acierta a describir,
¿por qué lo callaste?
Ahora estoy tan apartado
de ti, y sobre todo de mí,
que necesitaría una segunda vida
para ser el que fui,
para amarte como aquella vez.
Juan Carlos García Hoyuelos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.