Ha tocado
a nuestra puerta
ha ido
de aldea en aldea
de ciudad en ciudad
y nuestra
habitual hospitalidad
lo ha acogido,
y se ha instalado
en nuestra casa
y se ha aferrado
a nuestros vestidos
y se ha impreso
en nuestros rostros
y ahora
cuando vamos
por los caminos
del mundo
detrás de nuestra espontánea sonrisa
se entreve
a pesar nuestro
la sombra
de este huésped ingrato.
TRADUCIDO por A.M. Gabriela Bustamante Escobedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.