No imagino un día
en el que las cumbres
se alejen de Castilla,
ni un mar que apacigua
su indomable carácter
por no sentir como propia
la fortaleza de Santoña.
No imagino la soledad
de mi patria negada
por las almenas, por las atalayas,
por el aljibe que harto
de su quietud reprocha
cuán no haber sido libre como un río.
Fuiste brazos de barbacana,
ojos de adarve,
dientes de dovela, boca de matacán,
fuiste caminar en tu hoy huella.
Eres piedra que se sostiene
en la tierra, desvaída, cinco veces
quebrada por inviernos
que lamen con saña tus heridas abiertas.
No te imagino en una tarde de verano
sin haber sido abrazada por las hayas,
no quiero una bandera zurcida a leones mansos
ni a una página en blanco de una novela.
Sí encontrarte posada en el cerro,
una vez más, siempre,
enjaezada por un horizonte
de sillares carmesíes.
Juan Carlos García Hoyuelos
*del poemario inédito "La bandera arriada", cuya publicación será en la primavera de 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.