lunes, 8 de septiembre de 2014

A un avariento - Poema de Francisco de Quevedo

En aqueste enterramiento
Humilde, pobre y mezquino,
Yace envuelto en oro fino
Un hombre rico avariento.

Murió con cien mil dolores
Sin poderlo remediar,
Tan sólo por no gastar
Ni aun gasta malos humores.

Francisco de Quevedo y Villegas

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