¡Ay!, si ya no estuvieras,
si no te viera más,
si tocara ahora mismo con mis
dedos
el evidente hueco de tu ausencia
y sintiera la sed de tu distancia,
se me llenaría el alma,
como un huerto,
de naranjas amargas y tardías.
Pero, ¿cómo sería ese sabor?
A fuerza de añorarlo
ansiosamente,
me embarco en el velero de mis
sueños
huyendo de tu olor y tu
contacto.
¡Ay!, si ya no estuvieras,
con qué hondura y qué fuerza
de marea salobre te querría.
si tocara ahora mismo con mis
dedos
el evidente hueco de tu ausencia
y sintiera la sed de tu distancia,
se me llenaría el alma,
como un huerto,
de naranjas amargas y tardías.
Pero, ¿cómo sería ese sabor?
A fuerza de añorarlo
ansiosamente,
me embarco en el velero de mis
sueños
huyendo de tu olor y tu
contacto.
¡Ay!, si ya no estuvieras,
con qué hondura y qué fuerza
de marea salobre te querría.
Carmen Martin Gaite
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.