sábado, 24 de febrero de 2018

EL PRESENTE, EL PASADO - Poema de Juan Carlos García

Cómo yace el presente
al hacerse converso pasado
y nace en el inmediato,
y muere y rezuma
sometiéndose a un segundo,
a un instante, a un fragmento
del tiempo que viene y escapa,
que llena de recuerdo
y esquilma la juventud,
eres para mí tú.

Tengo las manos vacías,
y pese a ello,
las aprieto para confundirlas.
Apretadas son la madriguera
de la alegoría,
rabia colmada,
siniestra estrechez
donde cohabita un monje
y un bandido.
Abiertas, vuelve
a instalarse el presente.

El todo y la nada
sobre  mí
pesan lo mismo.
No hay agravio comparativo,
cupieron por igual
tu amistad y tu adiós,
la quietud de una herida de amor
y el aire que respiro.
El todo y la nada,
y mis manos, vacías.

El presente, el pasado.
Tú y yo,
arrastrando el mar
hacia una fuente.
El presente, el pasado.
Tú y yo,
en el abismo
que separa la llanura
del horizonte.

Descansa, forma confusa
hecha sentimiento.
Hoy vago tan alicaído,
con pesar, despacio,
oyéndome, empujando
este camino, que no quisiera
toparme con a lo que he venido.
Pero la lucidez del presente
burla todas las esquinas,
y aquí estoy, breve y efímero.

Juan Carlos García Hoyuelos
versos de "Desde mi otro lado", mi primer poemario (2007)



domingo, 4 de febrero de 2018

IMPOSIBLE DIBUJARTE - Poema de J.C. GarcÍa Hoyuelos .

IMPOSIBLE  DIBUJARTE (I)

Castilla, tan fácil nombrarte e imposible dibujarte;
por cada diez dibujantes, diez castillas distintas se debaten,
por cada diez historiadores, veinte, y sobre ellas cuarenta dudas,
ochenta interrogaciones.

Como muchos, aprendí de niño a recitar de carrerilla
las ocho provincias que en el norte te hicieron vieja, noble.

De los valles de Cantabria y Burgos
emanan los primeros latidos,
el origen de una bandera, el Ebro,
un nombre, un pueblo, los firmes pasos
que al sentir La Rioja
se hacen prolongados sorbos en las vides.

Nace el Duero, nace humilde,
amamantado por el frío.
En Soria, Segovia y Ávila tiene Castilla,
al igual que Portugal y el País Leonés,
su tierra de extremos:
aquí también
la Extremadura encontraréis;
y es en Palencia y Valladolid
donde el monte de venus
se precipita en la llanura
hasta que la dulzaina y el redoblante
ya no se escuchan
y suenan del viejo reino vecino
la chifla y el tamboril.

IMPOSIBLE  DIBUJARTE  (II)

Y en el sur, colmada Somosierra,
allende Gredos y el Pico de Almanzor,
al este la Sierra de Ayllón,
las nubes, curiosas,
comprueban que el alma de estas tierras
es inequívocamente de Castilla,
el mismo, sin diferencia,
aquella que con tino llamaron “la Nueva”,
coronada de montañas en sus cuatro costados,
de ciudades encantadas e intensos aromas:
los de La Jara y La Alcarria
por citar dos de muchos, los más nombrados.

Madrid, Guadalajara y Toledo
rivalizan en encantos
por cortejar al río Tajo,
mientras que La Serranía, un mueso
en la tierra, de interminables pinares
y enredos travertínicos,
es el pasillo abrupto del río Júcar
a su encuentro con el Mediterráneo.
De las numerosas teorías
por las que se apunta de que el Júcar
escogió este mar, me decanto por una,
la que dice que antes de esposarse con las olas
prefirió desvirgarse con el azahar.

Y en La Mancha, tierras
de Ciudad Real, Albacete
y sur de Toledo y Cuenca,
solar de Don Quijote,  titubeos del Guadiana,
es donde Castilla, exhausta,
delega los temores a sus molinos
en esa lucha con el viento, lucha sin cuartel,
por un futuro impreciso, en aras a su unidad.

Castilla, tan fácil nombrarte e imposible dibujarte;
por cada diez dibujantes, diez castillas distintas se debaten,
por cada nueva división provincial, regurgitan los viejos errores,
y sobre ellas una suma de dislates, menguan los caminos
                                                                   y la esperanza
                                                         por recuperar Requena-Utiel.

Juan Carlos García Hoyuelos