Mañana tendré en silencio el móvil,
la música que lame mis pies,
en silencio la carretera
que esconde un reguero de matrículas.
Mañana seré poco o nada,
si acaso una penitencia del sol
cargando sobre las columnas
que sostienen mi espalda.
Y si llueve, abriré mi boca
todo cuanto pueda
para sentirme un prado,
el junco olvidado, el olor a hierba,
para brindar por ti
con la copa
efímera de un arco iris.
Será mañana, porque hoy
me levanté antes de tiempo,
confundido por un reloj
que pronuncia los minutos
y omite las horas.
Juan Carlos García Hoyue
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.