miércoles, 4 de noviembre de 2015

CARMEN IV - Poema de Gayo Valerio Catulo

Aquel barquito que veis cuenta, oh huéspedes,
que él fue, de todas, la nave más rápida,

jamás trabada por el traidor leño

flotante. Bien con los remos volar

podía, si era necesario, bien

con las velas de lino.

Y niega que esto niegue la acechante

costa del Adriático, o las Cícladas,

y Rodas la noble y Tracia Propóntida

terrible o el furïoso golfo Póntico,

donde, antes de barquito, fue un tupido

bosque: pues en la cima del Citoro,

con parlante crin, lanzó silbo hermoso.

A ti, Póntica Amastris, en boj rico

Citoro: afirma que fue conocido

por ti y que en su origen último sobre

tu altura se mantuvo firme; aguas

fueron las tuyas en que hundió sus palas.

Y desde allí portó a su señor, ora

viniera diestra o siniestra del alba 

la llamada, por tanto mar soberbio;

ora hiriera Júpiter el velamen

con acción favorable.

Y no había hecho votos a los dioses

costeros, cuando de la mar llegó

por fin hasta este cristalino lago.

Pero esos tiempos pasaron y ahora

envejece en recóndita quietud,

dedicándose a ti, gemelo Cástor,

y también a ti, de Cástor gemelo.


Gayo Valerio Catulo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante.