lunes, 9 de noviembre de 2015

CARMEN VIII - Poema de Gayo Valerio Catulo

¡Ay, Catulo, deja de hacer simplezas,
y ten lo que está muerto por perdido!

Radiantes soles te brillaban cuando, 

en esos días, ibas

allí donde quería la niñita,

amada por nosotros como nadie

será amada jamás.

Muchas fiestas celebraste allí entonces,

que tú deseabas y ella no odiaba.

En verdad, lucían soles radiantes.

Ella ya no lo quiere,

no lo quieras tú, débil,

ni persigas a la que huye, ni vivas

miserable: resiste

con tu mente obstinada.

Adiós, niña. Catulo aguanta ya,

no te rogará ni pedirá nada.

Mas sufrirás, cuando por nadie seas

rogada. ¡Ay, infame! ¿Qué vida te queda?

¿Quién irá a ti hoy? ¿Quién verá tu belleza?

¿A quién amarás ahora? ¿De quién

se dirá que eres? ¿A quién besarás?

¿A quién morderás los delgados labios?

Pero, Catulo, aguanta decidido.


Gayo Valerio Catulo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante.