Me preguntas, oh Lesbia, cuántos besos
tuyos me sean suficientes, cuántos
me sean demasiados.
Cuan gran número de arena de Libia
yace en Cirene, de laserpicïo
plena, entre el oráculo del ardiente
Jove y el túmulo del anciano Bato;
o cuantos astros nos ven, al callar
la noche, enredados en amoríos;
sólo esa cantidad satisfará
a Catulo el loco, y demasiados
serán, y afortunados,
que ni contarlos podrán los curiosos
ni con sus malas lenguas hechizarlos.
tuyos me sean suficientes, cuántos
me sean demasiados.
Cuan gran número de arena de Libia
yace en Cirene, de laserpicïo
plena, entre el oráculo del ardiente
Jove y el túmulo del anciano Bato;
o cuantos astros nos ven, al callar
la noche, enredados en amoríos;
sólo esa cantidad satisfará
a Catulo el loco, y demasiados
serán, y afortunados,
que ni contarlos podrán los curiosos
ni con sus malas lenguas hechizarlos.
Gayo Valerio Catulo
Cuando he visto que incluias un poema de Catulo, no he podido resistirme. ¡Qué hermosa manera de exponer la pasión por la amada! Gracias por recordárnoslo.
ResponderEliminarfpastorpons