Más allá de los límites
de la Tierra,
más
allá del límite Infinito,
buscaba
yo el Cielo y el Infierno.
Pero
una voz severa me advirtió: "El Cielo y el Infierno están en ti."
Tuve
grandes maestros. Llegué a estar orgulloso de mis progresos.
Cuando
recuerdo que fui sabio,
me
comparo a ese líquido que llena el vaso y toma su forma,
y
a ese humo que el viento desvanece.
Convéncete
bien de esto:
un
día, tu alma dejará el cuerpo
y
serás arrastrado tras un velo fluctuante entre el mundo y lo
incognoscible.
Mientras
esperas, ¡se feliz! No sabes cuál es tu origen e ignoras cuál es tu destino.
Bebedor,
jarro inmenso, ignoro quien te formó
Sólo
sé que eres capaz de contener tres medidas de vino y que la muerte te quebrará
un día.
Entonces
dejaré de preguntarme por qué has sido creado.,
por
qué has sido dichoso y por qué no eres más que polvo.
¿Cuándo
nací? ¿Cuándo moriré?
Nadie
puede evocar el día de su nacimiento ni señalar el día de su muerte.
¡Ven
a mí, ángel amada!
Quiero
pedir a la embriaguez olvidar que nunca sabemos nada.
¡Señor,
oh señor, contéstame!
Tú
nos has dado ojos y permitido que la belleza de tus criaturas nos deslumbre.
Tú
nos has otorgado la facultad de ser dichosos. ¿Quiseras que renunciáramos a
gozar de los bienes de este mundo?
¡Pero
si es tan imposible como invertir una copa sin derramar el vino que contiene!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.