LXXX
De viajes y dolores yo regresé, amor mío,
a tu voz, a tu mano volando en la guitarra,
al fuego que interrumpe con besos el otoño,
a la circulación de la noche en el cielo.
Para todos los hombres pido
pan y reinado,
pido tierra para el labrador sin ventura,
que nadie espere tregua de mi sangre o mi canto.
Pero a tu amor no puedo renunciar sin morirme.
pido tierra para el labrador sin ventura,
que nadie espere tregua de mi sangre o mi canto.
Pero a tu amor no puedo renunciar sin morirme.
Por eso toca el vals de la
serena luna,
la barcarola en el agua de la guitarra
hasta que se doblegue mi cabeza soñando:
la barcarola en el agua de la guitarra
hasta que se doblegue mi cabeza soñando:
que todos los desvelos de mi
vida tejieron
esta enramada en donde tu mano vive y vuela
custodiando la noche del viajero dormido.
esta enramada en donde tu mano vive y vuela
custodiando la noche del viajero dormido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.