XXXV
Tu mano fue volando de mis
ojos al día.
Entró la luz como un rosal abierto.
Arena y cielo palpitaban como una
culminante colmena cortada en las turquesas.
Entró la luz como un rosal abierto.
Arena y cielo palpitaban como una
culminante colmena cortada en las turquesas.
Tu mano tocó sílabas que
tintineaban, copas,
alcuzas con aceites amarillos,
corolas, manantiales y, sobre todo, amor,
amor: tu mano pura preservó las cucharas.
alcuzas con aceites amarillos,
corolas, manantiales y, sobre todo, amor,
amor: tu mano pura preservó las cucharas.
La tarde fue. La noche
deslizó sigilosa
sobre el sueño del hombre su cápsula celeste.
Un triste olor salvaje soltó la madreselva.
sobre el sueño del hombre su cápsula celeste.
Un triste olor salvaje soltó la madreselva.
Y tu mano volvió de su vuelo
volando
a cerrar su plumaje que yo creí perdido
sobre mis ojos devorados por la sombra.
a cerrar su plumaje que yo creí perdido
sobre mis ojos devorados por la sombra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.