viernes, 19 de abril de 2013

PRESO EN MIS PROPIOS OJOS


Mientras pensaba en ti, los movimientos

de mi entorno, por ignorados,

fueron a guarecerse a las alas del tiempo.

Al volver, obligado me vi a ello, 

descubrí a la luna abrazada

a mi ausencia, arrebatándome la calidez de tus ojos.

Cerré a prisa los párpados, con fuerza,

¡intensamente!,… hasta aplastar

contra las paredes de la memoria

los guiños de la calle.

Intento yermo, sombras en vano, ya no estabas

esperando, regresaste

al agua que corre libre por tus manos.

Si hoy conmigo crees soñar, no habré sido un sueño,

sino el rescate de mi pensamiento

que va a la deriva por tu cuerpo

desde que la tarde perdió sus velas de fuego.

Por favor, acércalo a tus labios, al calor,

a veces intenso, otras liviano, de nuestros secretos.

Luego, con el día insinuándose tras el cerro,

olvidarás por qué dejaste desnuda la cama,

y yo caeré preso, una vez más, en las redes de mis ojos.

[Juan Carlos García Hoyuelos]

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