"Cuando nosotros alabemos la
estación de las cerezas,
los risueños ruiseñores y los mirlos
bromistas
estarán todos de fiesta.
Las cabezas de las mujeres bellas
bullirán enloquecidas
y los amantes sentirán cómo le arde el
corazón.
Cuando loemos el tiempo de las cerezas
el mirlo silbará su mejor melodía.
Pero es muy breve el tiempo de las
cerezas
cuando uno va soñando con coger dos
para pendientes de la oreja de la amada,
dos cerezas con trajes iguales de amor
colgando bajo la hoja como gotas de
sangre.
Empero que corto es el tiempo de las
cerezas,
pendientes de coral que se cogen
soñando.
Cuando vosotros estéis en la temporada
de las cerezas
si os sobrecogen las tristezas de amor
¡soslayad a las mujeres hermosas!
Yo, que no me asusto de las penas
brutales,
no permaneceré un día más sin penar.
Porque, no lo dudéis, aunque estéis en
el tiempo de las cerezas,
también sufriréis tristezas de amor.
Yo siempre amaré el tiempo de las
cerezas.
Desde aquella época, conservo en el
corazón
una herida abierta.
Y aunque se me ofrezca la Señora
Fortuna,
no lograré apaciguar nunca jamás mi
dolor.
Yo siempre amaré toda mi vida la
temporada de las cerezas
y el recuerdo que escondo en el
corazón."
[Jean-Baptiste Clement]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante.